De la “bica” a la “imperial”: en Lisboa sé lisboeta
friends drinking beer

Todos los días, miles de personas llegan a Lisboa. Vienen de todo el mundo y contribuyen para el fuerte carácter multicultural de la capital portuguesa.

“Lisboa menina e moça, menina. Da luz que os meus olhos vêm tão pura. Teus seios são as colinas, varina. Pregão que me traz à porta ternura”, ya cantaba el fadista Carlos do Carmo.

El fado, las marchas populares, los Pasteles de Belém, la bica y la imperial. Son estos y tantos otros términos que caracterizan la cultura de la capital portuguesa y hacen de ella una ciudad única.

Siga nuestras sugerencias y descubra más acerca de Lisboa:

  • Pruebe los Pasteles de Belém

Producidos hace casi 200 años, los Pasteles de Belém hacen las delicias de miles de turistas que visitan Lisboa. Son una marca portuguesa registrada y fueran considerados, en 2011, una de las siete maravillas de la gastronomía de Portugal.

Su historia remonta a principios del siglo XIX, cuando un grupo de monjes del Monasterio de los Jerónimos inventó la receta, como forma de aprovechar las yemas que sobraban de la producción de hostias.

La receta original es un secreto preservado por la Fábrica dos Pastéis de Belém, donde son producidos y vendidos cerca de 20 mil pasteles, todos los días.

  • Beba una Bica

“Uma bica, se faz favor”. Es como escuchará un lisboeta a pedir un café solo. Similar al conocido espresso italiano, la diferencia está solamente en el nombre.

No hay consenso sobre la origen de la palabra “bica”, pero la leyenda dice que el término surgió en el establecimiento “A Brasileira”, como slogan de publicidad.

Para incentivar los clientes a comprar café, que era considerado muy amargo, fueran distribuidos folletos diciendo “Beba Isto Com Açúcar”. Las iniciales de las palabras que componen este slogan originaran el término B.I.C.A.

  • Disfrute de una Imperial

En el norte del país, es común pedir un “fino” (caña), pero en Lisboa se pide una “imperial”. Ambos los términos designan la cerveza en barril.

El nombre surgió a principios del siglo XX, gracias al primero productor de cerveza nacional (Fábrica Germânica Imperial), y prevalece hasta los días de hoy.

En días de sol, siéntese en una terraza de la ciudad, pida una “imperial” y siéntase un verdadero lisboeta.

  • Asista a un espectáculo de fado

Visitar Lisboa y no escuchar fado es, según el dicho popular, como ir a Roma y no ver el Papa.

El origen histórica del fado no es consensual, pero se defiende que este surgió en la segunda mitad del siglo XIX, como una forma de expresar la tristeza y el amargor vividos por el pueblo lisboeta, en aquella época.

Este estilo musical es interpretado normalmente por una persona, al sonido de la guitarra portuguesa, y puede ser escuchado en varias casas de fado: en Alfama, Mouraria, Bairro Alto y Madragoa.

  • Viva el Santo Antonio

Durante todo el mes de junio, Lisboa es un palco de celebración y honor de Santo Antonio, patrón de la ciudad.

Entre las varias tradiciones se destacan el desfile de las marchas populares, preparadas por cada barrio de la ciudad, y las bodas de Santo Antonio, patrocinadas por la Câmara Municipal.

Si visitar Lisboa en esta altura, lea nuestro artículo y viva la euforia del Santo Antonio.

  •  Haga un tour de tuk tuk

Los tuk tuk ya están arraigados en la capital portuguesa y prometen ser un valor añadido en la difusión de la cultura lisboeta.

A través de un tour de tuk tuk, podrá conocer los lugares más emblemáticos de la ciudad, especialmente aquellos que solamente los lugareños conocen.

 

Este verano, venga conocer la magia de Lisboa. Aproveche para descubrir la historia, la cultura y la tradición que caracteriza cada uno de los lugares y rincones de una de las ciudades más antiguas de la Europa.