Halloween es una festividad conocida en el mundo entero, que, aunque inicialmente se atribuía a los países anglófonos, en la actualidad está presente en muchos lugares que no tienen el inglés como lengua propia. Portugal no es una excepción. Pero ¿sabía que, hasta hace muy poco, lo tradicional era salir a pedir «pão, por Deus» (pan, por Dios)? Conozca esta tradición portuguesa de origen cristiano y compruebe las similitudes que guarda con Halloween, que se celebra en la misma época del año.
Mientras que en Halloween son habituales las fiestas, los disfraces, las visitas de casa en casa con el inocente chantaje de «truco o trato», la decoración de las viviendas, las calabazas iluminadas, las adivinanzas, las historias de miedo y las películas de terror, el Pão por Deus adoptaba una postura un poco más «calmada». El principio de ir de puerta en puerta pidiendo algo es el mismo, pero en el caso del Pão por Deus no hay disfraces de por medio ni tampoco sustos, y la práctica transcurre a plena luz del día, el 1 de noviembre, si bien es cierto que los más pequeños tienen el mismo objetivo de llenar sus bolsas de golosinas.
La costumbre del Pão por Deus cayó en desuso en las grandes ciudades, pero en las zonas más rurales todavía se pueden encontrar grupos de niños que van de puerta en puerta el primer día del mes de noviembre. Al parecer, esta tradición se originó a partir de un ritual pagano del siglo XV que se retomó en Portugal un año después del terremoto de 1755. Ese día 1 de noviembre, la población más pobre de Lisboa aprovechaba para salir a la calle y llamar a la puerta de los más afortunados con el objetivo de aliviar el hambre.
A pesar de que comenzó en Lisboa, el ritual acabó difundiéndose por todo el país y la tradición se mantuvo a lo largo del tiempo, en particular fuera de las grandes ciudades, aunque con algunas alteraciones. Si bien en un principio los que salían a pedir eran los más pobres y lo que se daba era, sobre todo, pan (de ahí su nombre, «Pão por Deus»), con el paso de los años, se convirtió en una práctica exclusiva de los niños, que, en vez de pan, reciben dulces, frutos secos, golosinas y hasta dinero.
¿Quién iba a decir que en Portugal había una versión propia de Halloween? 🙂 Venga a descubrir esta y otras curiosidades a bordo de uno de nuestros tuk tuks. Nuestros conductores tienen muchas historias que contarle sobre la cultura portuguesa. Consulte aquí nuestras rutas por Lisboa y embárquese en una aventura única.